Tipos de pérdida auditiva:
Existen tres tipos generales de pérdida auditiva: pérdida de transmisión, neurosensorial y mixta (que es una combinación de las dos anteriores).
La pérdida auditiva causada por daños en las regiones del oído medio o externo se denomina pérdida auditiva conductiva. Este tipo de pérdida auditiva atenúa el sonido, lo que significa que todo suena mucho más bajo de lo normal. Suele tratarse a través de la medicina, la cirugía o con ayudas auditivas adecuadas.
Los problemas auditivos causados por daños en la región auditiva interna o en el nervio acústico (denominado también nervio auditivo) se denomina pérdida auditiva neurosensorial, más conocida como sordera nerviosa. Este tipo de pérdida auditiva da lugar a la percepción de sonidos de forma mucho más suave de lo que en realidad son y se asocia a una distorsión de la calidad del sonido. Los sujetos con este tipo de pérdida auditiva suelen quejarse de dificultades auditivas y de comprensión del habla. El tratamiento estándar de la pérdida auditiva neurosensorial es el uso de soluciones auditivas.
La pérdida auditiva mixta es una combinación de la pérdida auditiva conductiva y la neurosensorial en el mismo oído. Los tratamientos dependerán del grado de afección y del tipo de pérdida.
En algunos casos, pasa demasiado tiempo desde que la persona se da cuenta de que no oye bien hasta que decide ir al médico. La mayoría de los casos de pérdida de audición se desarrollan de forma gradual de modo que suelen ser difíciles de reconocer.
Cuanto más tarde se diagnostica, mayor es la pérdida auditiva, e incluso más difícil resulta prevenirla y acostumbrarse después a las ayudas auditivas. Por este motivo, es importante estar atentos a los síntomas que puedan indicar que se está produciendo una pérdida del sentido del oído.
Según el grado de pérdida de audición hablamos de hipoacusia leve, moderada, severa o profunda.
Que es la Hipoacusia?
Llamamos hipoacusia a la pérdida auditiva parcial. Cuando la pérdida de audición es total se denomina Anacusia o Cofosis.
La Hipoacusia de transmisión aparece cuando se afecta la conducción del sonido desde el exterior hasta el oído interno. Es típica de las alteraciones del oído externo y/o del oído medio: tapón de cerumen, perforación de tímpano, otitis, alteraciones de los huesecillos del oído, etc.
La hipoacusia de percepción o neurosensorial aparece en las enfermedades del oído interno (células sensoriales del caracol), en las del nervio auditivo, o en las alteraciones del sistema nervioso central.
En ocasiones hay afecciones de ambos sistemas apareciendo una hipoacusia mixta..
Para comprender mejor la pérdida auditiva, resulta útil entender la forma en que oímos. Los sonidos se describen por su frecuencia o “tono” y su intensidad o “volumen”.
Frecuencia del sonido (tono)
La frecuencia se mide en hertz (Hz). Una persona con un rango normal de audición puede oír sonidos con frecuencias de entre 20 y 20,000 Hz. Los sonidos más importantes que escuchamos todos los días oscilan entre 250 y 6,000 Hz.
El habla consiste en una combinación de sonidos de alta y baja frecuencia:
• Los sonidos de vocales cortas como la “o” en la palabra inglesa “hot” tienen una frecuencia baja (250 a 1,000 Hz) y a menudo son fáciles de oír.
• Las consonantes como “s”, “h” y “f” tienen frecuencias más altas (1,500 a 6,000 Hz) y son más difíciles de oír. Las consonantes encierran una gran parte del significado de lo que decimos. Una persona que no puede oír sonidos de alta frecuencia, tendrá dificultad para comprender el habla y el lenguaje.
Intensidad del sonido (volumen)
La intensidad del sonido, o el volumen, se mide en decibles (dB).
• Una persona con un rango normal de audición puede oír sonidos que oscilan entre 0 y 140 dB.
• Un susurro mide alrededor de 30 dB.
• Las conversaciones a menudo son de 45 a 60 dB.
• Los sonidos que miden más de 90 dB pueden ser molestos para el oído.
• Un concierto de rock a todo volumen puede llegar hasta 110 dB.
• Los sonidos de 120 dB o más pueden causar dolor y llevar a una pérdida auditiva temporal o permanente.
CAUSAS DE LA PERDIDA AUDITIVA
Pérdida Auditiva Relativa a la edad
Presbiacusia se define como la pérdida progresiva de la capacidad para oír altas frecuencias (empezando por la frecuencias del habla; que oscilan entre los 500 y los 4000 Herzios), debido al deterioro producido en el sistema auditivo generado por la edad, principalmente a nivel del oído interno y de nervio auditivo.
Pérdida Auditiva debido al trauma acústico
Los síntomas son consecuencia de las fuertes contracciones musculares que se producen en el oído medio tras la exposición a un intenso ruido. Asimismo, un traumatismo acústico puede provocar desgarros en la membrana del oído interno.
Pueden generarse por un aumento repentino del nivel de sonido por retroalimentación o fluctuación, los tonos de un fax o los tonos de llamada. Todos estos ruidos se componen de sonidos de altas frecuencias
Muchos tipos de accidentes pueden causar pérdida de la audición, incluidas las heridas con arma blanca, los balazos o los golpes en los oídos o cráneo. La pérdida de audición puede ser causada por una lesión en el tímpano por explosión o simplemente por un hisopo (Q-tip) que perfora el tímpano.
Sin la adecuada protección para los oídos (orejeras o tapones para oídos), los sonidos fuertes pueden dañar células dentro del oído. Esta es una forma de pérdida auditiva neurosensorial y es la causa de pérdida auditiva más frecuente en los adultos. La explosión de un sonido extremadamente fuerte, como un disparo de un arma o un petardo puede ser la causa de la pérdida auditiva inducida por el ruido. A menudo la causa es la exposición prolongada a sonidos fuertes de intensidad baja, tales como el ruido en una fábrica o música rock. Entre los trabajadores la causa más frecuente de lesiones laborares es la pérdida de sonido inducida por el ruido. Este un problema de salud significativo en los carpinteros, mineros, plomeros, trabajadores en fábricas, granjeros, trabajadores de la construcción y trabajadores expuestos a ruidos producidos por aviones, sirenas y explosivos.
La personas pueden desarrollar también pérdida de sonido inducida por el ruido al realizar actividades recreacionales, tales como escuchar música fuerte, manejar embarcaciones personales (Jet Ski y WaveRunner) o trineos de motor, explotar petardos o armas, operar cortadoras de césped o sopladores de hojas.
Las personas que sufren un traumatismo acústico pueden experimentar los siguientes síntomas:
• Dolor de cabeza
• Zumbido en los oídos (Tinnitus o acúfenos)
• Secreción o sangrado de los oídos
• Dolor de oído intenso o dolor en el canal auditivo
• Presión o un sensación de “congestión” en los oídos
• Náuseas
• Dolor mandibular y de cuello
• Percepción de sonidos huecos o fluctuantes en el oído
• Mareos o Problemas de equilibrio
• Ansiedad
• Hipersensibilidad
• Cansancio
Pérdida Auditiva debido a un tímpano perforado
El tímpano es una membrana que separa el exterior (oído externo) del interior (oído medio). Esta fina membrana aísla la presión de ambos compartimientos y su vibración transmite el sonido hacia el interior. Además, es un aislante de los líquidos que pudiesen entrar por el conducto auditivo.
Esto conlleva generalmente a una disminución auditiva (hipoacusia) y a la imposibilidad de mojarse el oído por el riesgo a supuración. A esta patología los especialistas la llamamos “otitis media crónica exudativa”.
Pérdida Auditiva debido a la cera de oído
El tapón del oído se forma cuando la cera del conducto auditivo externo bloquea el conducto totalmente y produce una falta de audición.
El cerumen está producido por unas glándulas secretoras de cera situadas en el conducto auditivo. Esta cera con los pelos situados en el conducto es un mecanismo de defensa antes cuerpos extraños, insectos… para que el tímpano no sufra agresiones externas.
Normalmente esta cera se va produciendo a la vez que va saliendo hacia el exterior y es eliminada con la higiene normal.
Cuando por un exceso de producción de cera, por un conducto auditivo estrecho, por una higiene inadecuada o por el uso de auriculares, esta cera queda acumulada y se seca, se produce el tapón de oído, siendo una de las causas más frecuentes de pérdida de audición a lo largo de la vida.
El tapón de cera produce lo más típico que es:
• Falta de audición progresiva
• Ruidos en el oído, tinnitus y acúfenos
• Dolor de oídos
• Sensación de que el oído está lleno o taponado
• A veces sensación de mareo.
El tapón se diagnostica mediante un otoscopio, con el que el se verá perfectamente el tapón de cera que cierra el conducto auditivo y no deja ver el tímpano.
Lo mejor es acudir a nuestros especialistas para retirar el tapón, habiendo ablandado el tapón los 3 ó 4 días previos el tapón mediante aceite normal, glicerina o gotas comerciales.
Pérdida Auditiva debido a la Otosclerosis
Enfermedad frecuentemente hereditaria (80%), de causa desconocida, que afecta a los oídos medio e interno produciendo pérdida auditiva. Casi siempre afecta a los dos oídos (80%). En las mujeres la audición suele empeorar con los embarazos, la lactancia y los anticonceptivos.
Se caracteriza por una pérdida progresiva de la audición por fijación del estribo (uno de los huesos de la cadena de huesecillos del oído medio) y a veces también por lesión del oído interno. En la mayoría de los pacientes la pérdida auditiva es fundamentalmente producida por la fijación del estribo, aunque con los años los pacientes también tienen afectación del oído interno auditivo o cóclea.
Así mismo, frecuentemente los pacientes tienen ruidos de oído llamados Acúfenos o Tinnitus que aparecen en algún momento de la evolución de la enfermedad.
Algunos pacientes pueden notar mareos más o menos severos que pueden llegar a producir sensación de rotación (vértigo), náuseas y vómitos.
Su tratamiento es quirúrgico (estapedectomía o estapedotomía). Aún con un excelente resultado auditivo tras la operación, el paciente puede precisar el uso de prótesis acústicas (audífonos), si la otosclerosis había ya afectado seriamente al oído interno.
Pérdida Auditiva Genética
La sordera congénita se define como la pérdida auditiva que se presenta en el momento del nacimiento y, por lo tanto, antes del desarrollo del habla.
La sordera se puede clasificar como sindrómica o no sindrómica. En el primer caso, está asociada con malformaciones del oído externo y/o alteraciones en otros órganos y sistemas. La sordera no sindrómica se clasifica según su patrón de herencia en AR, AD y ligada al cromosoma X.
Pérdida Auditiva debido a las infecciones virales
Las infecciones virales, las cuales producen sordera de tipo neurosensorial durante la etapa febril, ya sea de una Parotiditis, un Sarampión o una influenza. Estas ocurren con frecuencia en la niñez y no hay tratamiento específico, afortunadamente gran parte de estos enfermos tienen una afección unilateral. El Herpes ótico puede producir sordera neurosensorial. El único tratamiento preventivo efectivo son los programas de vacunación.
Pérdida Auditiva debido a la enfermedad de Meniere
La ENFERMEDAD DE MENIERE caracterizada por la triada de sordera del oído interno, vértigo objetivo y tinnitus. Presenta hipoacusia fluctuante en el 85% de los casos en un solo oído, envolviéndose el otro oído en ocasiones a los tres años. En la etiopatiogenia habría una disfunción a nivel de la estría vascular que hace que el oído interno retenga el sodio con edema del aparato cocleo vestibular, el cual produciría hipoacusia fluctuante a nivel de los tonos graves, acúfenos y vértigo rotatorio que dura de 30 minutos a horas, con náuseas, vómitos y postración.
El tratamiento consiste en reposo en cama durante el período de vértigo, dieta hiposódica, vasodilatadores y sedantes del laberinto
Pérdida de Oído como consecuencia de algunas drogas
Se denomina ototoxicidad a las perturbaciones transitorias o definitivas de la función auditiva y/o vestibular inducidas por sustancias de uso terapéutico, se consideran medicamentos ototóxicos aquellos con capacidad de dañar las estructuras del oído interno (particularmente la cóclea y las células vestibula‐res) o el nervio acústico. La ototoxicidad se muestra con síntomas como tinnitus o acúfenos (zumbido en los oídos), vértigo, hipoacusia y sordera
La gente debe saber no solo qué tipos de medicamentos causan pérdida auditiva ototóxica, sino también que combinar medicamentos, tomarlos en dosis más altas que las recetadas o tomarlos por mucho tiempo puede causar problemas”.
Los médicos todavía no entienden exactamente por qué estos medicamentos afectan la audición, pero sospechan que el daño a las células ciliadas o vasos sanguíneos dentro del oído interno puede ser el responsable.
Si estás tomando alguno de los siguientes, esto es lo que necesitas saber.
Analgésicos
La aspirina es un medicamento seguro pero no es inocuo. Lamentablemente, la gente tiende a buscarla cada vez que tiene un dolor o molestia menor. Aunque los expertos saben desde hace mucho tiempo que altas dosis de aspirina pueden afectar la audición, han descubierto recientemente que incluso en dosis moderadas puede ser ototóxica. Lo mismo para otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides como el naproxeno (Aleve), ibuprofeno (Advil) y diclofenac (Voltaren).
Antibióticos
Las fluoroquinolonas como Cipro y Levaquin se recetan con demasiada frecuencia para la bronquitis o infecciones de sinusitis, cuando deberían reservarse para la mayoría de los virus más intratables, dicen los expertos. También la familia de las “micinas”—gentamicina, eritromicina, vancomicina y neomicina— puede ser perjudicial.
Agentes antidepresivos y ansiolíticos
Los medicamentos como Prozac, Elavil, Zoloft, Paxil y Celexa se han vinculado con el tinnitus. La cafeína, el alcohol y la nicotina pueden exacerbar el problema.
- Pacientes con mayor riesgo de ototoxicidad:
- Niños y ancianos
- Pacientes con insuficiencia renal
- Pacientes con tratamientos prolongados o en altas dosis
- Pacientes con daño previo en su oído interno
- Antecedentes tratamiento con medicamentos ototóxicos
- Pacientes con profesiones que requieren un equilibrio fino (bailarinas, pilotos…)
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